Posteos recientes

EL SUJETO SOCIAL LATENTE
El descontento individual, las broncas personales, los miedos, las incertidumbres pueden finalmente transformarse...
EL SHOW DE LOS DESPIDOS
Se achica el Estado, baja el gasto público, tomando como chivo expiatorio del desguace al empleado público.
ROOSEVELT
En su discurso anual en 1944, manifestaba una fuerte voluntad de promover la felicidad del pueblo norteamericano,...
1976 - DICTADURA CÍVICO MILITAR, DERECHOS INHUMANOS Y MALVINAS
Nunca más. Memoria, Verdad, Justicia y Soberanía
CORRENTINAZOS
210 años de lucha revolucionaria democrática federal.
EL PENSAMIENTO MAGICO
Es muy argentino, por eso somos tan de las cábalas. Nos sirve para bajar la carga de la incertidumbre,...
Facebook
WhatsApp
Twitter
Email
Telegram

COLOMBIA – LOS DESAFIOS DEL NUEVO GOBIERNO

El acto de asunción en Bogotá del nuevo gobierno colombiano, se transformó en una gran fiesta, en todo el país. Millones de colombianas y colombianos de los lugares más alejados salieron a las calles y plazas para mirar en pantallas gigantes la toma de juramento de su presidente y vicepresidenta.

Siglos sin gobiernos populares, casi cien años de violencia política interrumpida, estos dos líderes vienen desde ese lugar profundo de la historia que hasta ahora no se había escuchado pero que venían resistiendo a través del tiempo. Son hijas e hijos de esas luchas que llevan las memorias de esos pueblos.

El presidente Gustavo Petro, ex guerrillero y la vicepresidenta Francia Márquez, afrocolombiana, líder social, activista ambientalista, defensora de los derechos de sus pueblos ancestrales, tienen un gran desafío por delante.

“No podemos ser el país de la muerte, debemos construir el país de la vida‘’ dijo Petro en una parte de su largo discurso cargado de contenido histórico profundo, durante la posesión al cargo de presidente. A continuación los puntos más significativos de sus compromisos:

“En este primer discurso como presidente de Colombia, frente al poder legislativo y frente a mi pueblo, quiero compartir mi decálogo de gobierno y mis compromisos.

1. Trabajaré para conseguir la paz verdadera y definitiva. Como nadie, como nunca. Vamos a cumplir el Acuerdo de Paz y a seguir las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad. El “Gobierno de la Vida” es el “Gobierno de la Paz”. La paz es el sentido de mi vida, es la esperanza de Colombia. No podemos fallarle a la sociedad colombiana. Los muertos se lo merecen. Los vivos lo necesitan. La vida debe ser la base de la paz. Una vida justa y segura. Una vida para vivir sabroso, para vivir feliz, para que la dicha y el progreso sean nuestra identidad.

2. Cuidaré de nuestros abuelos y abuelas, de nuestros niños y niñas, de las personas con discapacidad, de las personas a las que la historia o la sociedad ha marginado. Haremos una “política de cuidados” para que nadie se quede atrás. Somos una sociedad solidaria, que se preocupa y ocupa del prójimo. Que su Gobierno también lo sea. Haremos una política sensible al sufrimiento y dolor ajeno, con herramientas y soluciones para crear igualdad.

3. Gobernaré con y para las mujeres de Colombia. Hoy, aquí, empieza un gobierno paritario y con un Ministerio de Igualdad. ¡Al fin! Con nuestra vicepresidenta y ministra Francia Márquez vamos a trabajar para que el género no determine cuánto ganas ni cómo vives. Queremos igualdad real y seguridad para que las colombianas puedan caminar tranquilas y no temer por sus vidas.

4. Dialogaré con todos y todas, sin excepciones ni exclusiones. Este será un gobierno de puertas abiertas para todo aquel que quiera dialogar sobre los problemas de Colombia. Se llame como se llame, venga de donde venga. Lo importante no es de dónde venimos, si no a dónde vamos. Nos une la voluntad de futuro, no el peso del pasado. Vamos a construir un Gran Acuerdo Nacional para fijar la hoja de ruta de la Colombia de los próximos años. El diálogo será mi método, los acuerdos mi objetivo.

5. Escucharé a las colombianas y colombianos como he venido haciendo en todos estos años. No se gobierna a distancia, alejado del pueblo y desconectado de sus realidades. Todo lo contrario: se gobierna escuchando. Vamos a diseñar mecanismos y dinámicas para que todo colombiano se sienta escuchado en este Gobierno. No quedaré atrapado entre las cortinas de la burocracia. Estaré cerca de los problemas. Caminaré al lado y junto a los colombianos de todos los rincones. Solo quien está cerca puede entender y ponerse en el lugar del otro.

6. Defenderé a los colombianos y colombianas de las violencias y trabajaré para que las familias se sientan seguras y tranquilas. Lo haremos con una estrategia integral de seguridad. Colombia necesita una estrategia que vaya desde los programas de prevención hasta la persecución de las estructuras criminales y la modernización de las fuerzas de seguridad. Las vidas salvadas será nuestro principal indicador de éxito. El crimen se combate de muchas maneras. Todas imprescindibles. Quiero defender a las familias colombianas de la inseguridad diaria y cotidiana: sea de la violencia machista o de cualquier otra violencia.

7. Lucharé contra la corrupción con mano firme y sin miramientos. Un Gobierno de “cero tolerancia”. Vamos a recuperar lo que se robaron, vigilar para que no se vuelva a hacer y transformar el sistema para desincentivar este tipo de prácticas. Ni familia, ni amigos, ni compañeros, ni colaboradores… nadie queda excluido del peso de la ley, del compromiso contra la corrupción y de mi determinación para luchar contra ella.

8. Protegeré nuestro suelo y subsuelo, nuestros mares y ríos. Nuestro aire y cielo. Nuestros paisajes nos definen y nos llenan de orgullo. Y, por eso, no voy a permitir que la avaricia de unos pocos ponga en riesgo nuestra biodiversidad. Vamos a enfrentar la deforestación descontrolada de nuestros bosques e impulsar el desarrollo de energías renovables. Colombia será potencia mundial de la vida. El Plantea Tierra es la “casa común” de los seres humanos. Y Colombia, desde su enorme riqueza natural, va a liderar esta lucha por la vida planetaria.

9. Desarrollaré la industria nacional, la economía popular y el campo colombiano. Sin distinciones ni preferencias. Vamos a acompañar y apoyar a todo aquel se esfuerza por Colombia: el campesino/a que se levanta al alba, el artesano/a que mantiene viva nuestra cultura, el empresario/a que crea trabajo. Necesitamos de todos y todas para crecer y redistribuir riqueza. La ciencia, la cultura y el conocimiento es el combustible del siglo XXI. Vamos a desarrollar la sociedad del conocimiento y la tecnología.

10. Cumpliré haré cumplir nuestra Constitución. La que dice en su artículo 1: “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”. Desarrollaremos, también, una nueva cobertura legal para hacer sostenible, justo e igualitario nuestro desarrollo.

La ley, como dice Paolo Flores d’Arcais, es el poder de los que no tienen poder. Necesitamos mejores leyes, nuevas leyes al servicio de las grandes mayorías y garantizar su cumplimiento. Confío mucho en que los debates en nuestras asambleas legislativas sean fructíferos y ofrezcan resultados para la sociedad colombiana. Hay mucha tarea y confío plenamente en nuestros representantes. Y finalmente, uniré a Colombia. Uniremos, entre todos y todas, a nuestra querida Colombia. Tenemos que decirle basta a la división que nos enfrenta como pueblo. Yo no quiero dos países, como no quiero dos sociedades. Quiero una Colombia fuerte, justa y unida. Los retos y desafíos que tenemos como nación exigen una etapa de unidad y consensos básicos. Es nuestra responsabilidad. Termino aquí con lo que me dijo una niña arahuaca en la ceremonia de posesión ancestral que hicimos el viernes en la Sierra Nevada “Para armonizar la vida, para unificar los pueblos, para sanar la humanidad, sintiendo el dolor de mi pueblo, de mi gente aquí, este mensaje de luz y verdad, esparza por tus venas, por tu corazón y se conviertan en actos de perdón y reconciliación mundial, pero primero, en nuestros corazón y mi corazón, gracias”. Esta segunda oportunidad es para ella, y para todos los niños y niñas de Colombia.

Gustavo Petro y Francia Márquez inician un camino sembrados de obstáculos, que solo el tiempo podrá ir dilucidando. Es una esperanza, el pueblo colombianos los necesita y también toda Latinoamérica.-

ESPACIO CULTURAL

ESPACIO CULTURAL

Las notas publicadas son colaboraciones ad-honorem. Propiedad intelectual en trámite. Los artículos firmados son responsabilidad del autor y no representan la línea editorial de la publicación. Se pueden reproducir citando la fuente. 

Solverwp- WordPress Theme and Plugin