EL MOVIMIENTO NACIONAL NUNCA MUERE
Derrotado electoralmente, hay un 44% que tiene una mirada de Patria común, con una predisposición a mejorar y reconstruirse para recuperar sueños y utopías necesarias para la acción política en objetivos comunes.
Derrotado electoralmente, hay un 44% que tiene una mirada de Patria común, con una predisposición a mejorar y reconstruirse para recuperar sueños y utopías necesarias para la acción política en objetivos comunes.
Las críticas sobre la “política” como un hecho del pasado, conlleva al deterioro de los procesos democráticos que van permitiendo la penetración de una cultura dependiente, colonizada, neoliberal, que va infiltrando los estamentos institucionales.
Es necesaria la discusión profunda acerca de los ejes sobre los cuales la Argentina va a transitar su futuro, en planos poco abordados por una dirigencia política producto de una cultura dominante neoliberal y extorsiva de parte de la potencia en retroceso mundial que es EEUU y que se refugia en su último territorio que denomina su “patio trasero”.
Si la dirigencia peronista tuviese el atrevimiento de penetrar y modificar las causas profundas de la dependencia, se abriría un nuevo proceso evitando que las nuevas generaciones naturalicen la cultura y las pautas del dominador.
Las certezas intelectuales, si es que existen, pueden sólo interpretar los acontecimientos en curso. Pero tanto en la vida como en la política, los sueños son construcciones colectivas.
La soberanía nacional es el eje de la reconstrucción de la identidad y la memoria colectiva de nuestro pueblo, porque es la herramienta necesaria para desplegar las demandas de la hora actual.
La historia nos muestra el permanente divorcio de las miradas entre la mayoría del Pueblo y los acontecimientos políticos que forman parte de la vida cotidiana de quienes integran sus espacios.
Un proceso político como el actual, sólo se construye con una militancia que venza el mensaje de resignación y derrota que los medios intentan instalar sobre la conciencia colectiva, con una conducción que totalice al conjunto del movimiento nacional y popular, convirtiendo en actores a todos los sectores que lo constituyen.
Los dueños del poder hoy dicen esto a quienes seguimos bregando por la recuperación de todas las herramientas que permiten un Estado soberano en la toma de decisiones, sin condicionamientos ni injerencias que intenten someter la voluntad de los pueblos a sus intereses.
Para construir el futuro es necesario marcar el camino estratégico de la Patria que el peronismo propone al pueblo argentino.